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EL VITRAL: “UNA METAPHORA LUMÍNICA”
El vitral o vidriera emplomada es una de las maravillas que el arte de nuestro siglo hereda de la Edad Media. Su más remota referencia la encontramos en la Roma del Siglo III, en forma de cristales toscamente teñidos de color para lograr efectos de luz; su desarrollo ha de alcanzar un esplendor inicial en el período gótico. La luz coloreada logra conferir a los elementos arquitectónicos una atmósfera cálida, una dimensión irreal, que genera sensaciones de recogimiento y trascendencia. Este hallazgo permitió el dominio de la luz y la apropiación de valores simbólicos que, desde la tradición de la literatura religiosa, relacionaban la luz con lo divino.
La creación de esta ficción o metáfora lumínica alcanzará su desarrollo ulterior hacia finales del siglo XIV, donde un sentido más humanista y real aumenta el tamaño de los vitrales para que la luz alcance un mayor esplendor.
El Renacimiento señala el desplazamiento de la vidriera emplomada desde las catedrales e iglesias hasta los palacios y mansiones, desde lo profano transformándolo en un arte popular que permite a los grandes pintores del Siglo XVI, diseñar cartones que más tarde serán construidos por hábiles artesanos, lo que desembocó en la creación de magníficas obras de arte, tanto por su riqueza ornamental, como por la maravillosa representación de los temas.
En la segunda mitad del Siglo XIX, como consecuencia de la Revolución Industrial, William Morris junto con otros artistas revalorizan el vitral como elemento importante en la arquitectura y la decoración. En los Estados Unidos, Louis Comfort Tiffany aporta nuevos elementos técnicos al realizar vidrieras y objetos tanto decorativos como utilitarios, por ejemplo lámparas, creando la técnica que lleva su nombre y la invención del vidrio Favrile, un vidrio que según sus propias palabras: "Está caracterizado por los colores brillantes o de tonos profundos, normalmente irisdiscentes como las alas de algunas mariposas americanas, los cuellos de los palomos y pavos reales o las cubiertas del ala de ciertos escarabajos".
Tiffany funda su propia compañía en 1885, basándose en las técnicas de fabricación de vidrio que inventó, permitiendo que los colores y matices que no se acostumbraban a utilizar entonces, comenzarán a popularizarse.
En las Iglesias contemporáneas ha cambiado la concepción del espacio interior. Allí grandes artistas del Siglo XX como Fernand Léger, Henri Matisse, Marc Chagall o Georges Braque entre otros, han realizado importantísimas obras vitralísticas no basadas en el arte tradicional donde una nueva visión del mundo marcada por las grandes transformaciones y adelantos de la técnica, les permitieron la creación de recintos nuevos y multifuncionales.
Hoy el arte del vitral sigue presente en la arquitectura moderna, adaptándose a las nuevas tecnologías, a las nuevas tendencias, a la nueva era. Una muestra de ello es la maravillosas obras de arte creadas por el artista romano Narcissus Quagliata.
Louis Comfort Tiffany. Artista integral
"La belleza es lo que la naturaleza nos ha concedido como regalo supremo"
Con el vidrio, las gemas y el esmalte como principales materiales, Louis Comfort Tiffany celebró la naturaleza y el arte de las culturas exóticas. Fue uno de los líderes mundiales más destacados del movimiento Art Noveau. Vitrales, lámparas, joyería, cerámica, mosaicos, muebles, pintura, orfebrería, diseño de interiores y diseño industrial fueron algunos de los oficios y profesiones donde destacó este genial artista.
Su primer entrenamiento fue a través de la pintura junto a George Innes y Samuel Colman en New York, para posteriormente trasladarse a París y ponerse bajo la directriz de León Baily. Aquí descubre con gran entusiasmo el movimiento de la vidriera gótica, lo que hace que se interese por la técnica de elaboración del vidrio. Durante su estancia en Europa, viajó a Londres y visitó el museo de Victoria y Alberto, cuya extensa colección de vidrios romanos y sirios le impresionó profundamente. Admiró la coloración de los vitrales medievales y se convenció de que la calidad del vidrio contemporáneo podría mejorarse.
En sus propias palabras, "los ricos tonos son debido en parte, al uso de metales con impurezas, y en parte al grosor desigual del vidrio, pero aún más porque el fabricante de vidrio de entonces se abstenía del uso de pintura". En 1868 viaja a África del Norte donde se enamora del arte islámico, siendo de gran influencia en sus posteriores creaciones, sobre todo en las de orfebrería y joyería.
Al regresar a Estados Unidos, comienza a trabajar en diferentes talleres de vidrieras de Brooklyn. En 1879 y debido al gran interés por la creación de vitrales, se asocia con su maestro de pintura Samuel Colman y fundan Louis Comfort Tiffany and Associated American Artist, un estudio y taller de fundición de vidrio. La necesidad de crear este taller, se debe entre otras cosas, a que era incapaz de encontrar los tipos de vidrios que imaginaba para sus obras, lo que lo hace retornar a las técnicas de fabricación del vidrio utilizadas en el siglo XIV. Usaba como base para la creación de sus vidrios, el vidrio opalescente, un vidrio con más de un color, fusionado durante la fabricación.
El uso de este tipo de vidrio, creó un estilo único que contrastaba con el método de vidrios transparentes pintados o esmaltados que habían sido dominantes en la creación de vitrales durante ciento de años en Europa. El uso de vidrio con color para la creación de vitrales fue motivado por los ideales del movimiento Arts and Crafts y su líder William Morris en Inglaterra. El artista y joyero fue el principal competidor de Tiffany en este nuevo estilo norteamericano de vitral.
Los dos habían aprendido el oficio en el mismo taller de Brooklyn a finales de 1870. Vidrios veteados, vidrios fracturados, vidrios moteados, vidrios estriados y vidrios cortina, son algunos de los tipos de vidrio utilizados por Tiffany para crear texturas, efectos de volumen, luces y sombras en sus obras, que marcaron un sello único e inigualable. Tiffany creó su propia técnica de ensamblado que consistía en la unión de las piezas de vidrio cortadas, por finas láminas de cobre adheridas al canto del vidrio y luego soldadas entre sí. Sus conocimientos en el trabajo de metales hizo posible esta técnica.
Las láminas de cobre se cortaban en diferentes anchuras dependiendo de la obra y se adherían al vidrio mediante el uso de cera de abeja, para luego ser soldadas entre sí con estaño. Esta técnica al ser más ligera y resistente que el emplomado, le permitió crear obras de grandes dimensiones sin el temor de que las piezas cediesen por el peso y pérdida de rigidez de las nervaduras con el paso del tiempo.
El gran talento de Tiffany y su liderazgo hizo que el negocio fuese de gran éxito. El objetivo de Tiffany era aumentar y difundir el estado de las artes decorativas al nivel de las bellas artes, y rápidamente se hizo un nombre por sí mismo, decorando espacios como la Casa Blanca, las casas de Mark Twain o Cornelius Vanderbit, entre otros. Uno de sus clientes más celebres y exclusivos fue la Reina Victoria de Inglaterra.
El deseo de Tiffany de concentrarse en el vidrio como elemento artístico condujo a la disolución de la empresa en 1885, prefiriendo establecer su propia empresa de elaboración de vidrio. La primera Tiffany Glass Company fue constituída el 1 de diciembre de 1885, y en 1900 se hizo conocida como Tiffany Studios.
Otro de los inventos de Tiffany fue el vidrio denominado favrile. En 1894 registra el término favrile que lo introduce en conjunción con su primera producción de vidrio soplado. Luego extendió el uso de este vocablo a toda su producción de vidrios, esmaltes y cerámicas. Las primeras lámparas producidas comercialmente son aproximadamente del año 1895. Gran parte de la producción de su empresa era la fabricación de vitrales para ventanas y la creación de lámparas, aunque su compañía diseñaba una completa gama de objetos de decoración de interiores. En su momento cumbre, su fábrica tuvo más de 300 artesanos.
Como anécdota, a finales del siglo XIX, Louis Comfort Tiffany estaba trabajando en el diseño de una sala de cine llamado Liceo. El diseñador encargado de la iluminación del teatro fue Thomas Edison. Mientras Tiffany desarrollaba el proyecto de las vidrieras del Liceo, la nueva invención de la bombilla eléctrica de Edison generó una idea en Tiffany: podía crear pequeños vitrales en forma de lámparas que se iluminarían con la bombilla de día y de noche. En 1895, Tiffany creó y vendió su primera lámpara. Contaba con una base de bronce cubierto con una cortina de cristal adornado. La pantalla, toda hecha a mano, se fabricó a partir del vidrio favrile de Tiffany y cinta de cobre. En 1906, Tiffany había desarrollado más de 300 diseños de lámparas.
Durante la primera guerra mundial, el art noveau no sobrevivió a la dura realidad y las obras de Tiffany pasaron al olvido. No es hasta los años 50 que Tiffany es redescubierto y reconocido. Los precios de sus obras crecieron abruptamente. Obtuvo su record mundial en diciembre del año 1997, donde la famosa casa Christie's cerró la subasta de una de las lámparas de la serie "Lotus table lamp", fabricada entre los años 1900-1910 por 2,8 millones de dólares.
Louis Comfort Tiffany fue un innovador en su época, ganándose multitud de enemigos defensores de las Bellas Artes, pues todas sus creaciones eran contrarias a la tendencia conservadora de los vidrieros clásicos de la época. Hoy, más de 100 años después, es un reconocido y respetado artista, que dejó un gran legado en obras de arte que se exhiben en los museos más importantes del mundo. Su peculiar visión del vidrio, la búsqueda de la infinita paleta de colores, texturas, luz y el brillo, la exquisitez en el diseño de sus vidrieras y sus lámparas, la versatilidad de los objetos diseñados no sólo en vidrio, sino en cerámica, madera, plata, bronce, latón, etc hacen de Louis Comfort Tiffany el artista estadounidense más destacado e influyente del movimiento Art Nouveau de finales del siglo XIX, principios del siglo XX.